domingo, 13 de febrero de 2011

Prescient fires





La nostalgia es un pequeño hoyo negro que navega en la memoria, que succiona el presente y el pasado y lo encierra en una masa de tristeza infinita. A la nostalgia hay que tratarla como a un poema, pensarla como algo bello, a sabiendas que tras su velo de encanto perpetuo, se esconde una terrible bestia dispuesta a arrasar con el ahora, usando las memorias irrecuperables como un pesado mazo con clavos. He visto hombres y mujeres sucumbir a la nostalgia, su piel se vuelve gris y sus ojos miran hacia adentro. Zombies sin presente ni razón para mirar al futuro, que navegan en una infinita red de túneles subterráneos forrados de fotos color sepia, las cuales se van borrando lentamente al paso. Avenidas silenciosas que siempre se dirigen hacia el olvido final.
Pinto la nostalgia para mantenerla feliz, para que no me vea nunca como un enemigo y ocasionalmente me permita mecerme entre las olas de sus paisajes fantasmales y retratar algunos espectros que ella guarda como recuerdo.